David "El hechicero draconido".

Habiendo descendido de una larga estirpe de dragones de bronce, ahora es considerado el último de su linaje, dado que el pueblo en el que vivía, en el cuál se adoraba y hacía culto a estos legendarios seres, había llegado a niveles de perversión y destrucción inimaginables, llegando al punto en el que sus tan queridos y adorados dragones fueron los verdugos que traerían el fin a aquel pueblo. Ahora se dedica a vagar por el mundo, nunca antes se habían sentido tan libre y a la vez tan solo, pero esto último no era algo que le preocupase; se dedicaba a ir de pueblo en pueblo, usando sus astutas habilidades heredadas y sus dotes de carisma para ganarse la vida, pero esta vez, se encontró en una situación de la cuál no podía escapar, un poderoso demonio justamente decidió fastidiar su día mientras cruzaba por un tranquilo bosque, obligándole a adentrarse a derrotarlo y encontrar con unos muy raros compañeros.